Es una parte de la física, que estudia las propiedades de los imanes naturales o artificiales, y los diferentes fenómenos que resultan (magnetismo terrestre, nuclear, etc.).
Pero es también un fluido que tienen, unos más, otros menos, ciertas personas, por no decir, que todo ser humano y que se extrae del Universo, en forma de energía, (ya que todo es energía), pasando por el canal que es nuestro cuerpo. Con este fluido, que normalmente sale de las manos del sanador (radiaciones que sólo pocas personas pueden apreciar a simple vista, y que cualquiera puede ver a través del aparato kirlian), se puede aliviar un dolor, y a veces curar una enfermedad, del alma (emocional) o del cuerpo, o a veces las dos al mismo tiempo; todo depende de ciertos parámetros, de los que hablaré más adelante.
Una rama del MAGNETISMO, es el BIO-MAGNETISMO, como su nombre lo indica, es el magnetismo en los seres vivos, y para lo que se emplean las manos, la boca, los ojos y hasta el pensamiento para sanar. Aunque existe una terapia, en esta rama, que se llama MAGNETO-TERAPIA, en la que se emplean imanes, pero que no es mi especialidad.
La historia del MAGNETISMO, nos lleva mucho antes de que apareciera dicho término, en el siglo XVI con PARACELSE, con los efectos curativos de la propiedad radio-activa del organismo humano, y luego vendrá la civilización EGYPCIA, en la que se haya un papyrus, redactado bajo el reino de Aménophis I, sobre el que se puede leer: “pon tu mano sobre el dolor y dí que el dolor se vaya” y en el "libro de los muertos", se puede encontrar esta citación: “yo pongo las manos sobre ti Osiris, por tu bien, para hacerte vivir”, lo que significa, que la mejoría del estado de salud, se hacía sentir después de esta imposición, pero que lo más importante, era de constatar que ellos conocían el impacto vital de esta energía que emanaba del ser humano. En GRECIA, la doctrina de Pytágoras, admitía la existencia de un fluido sutil, que reanimaba un cuerpo, permitiendo de reaccionar los unos sobre los otros. Los ROMANOS, practicaban en los templos, una terapia en forma de masajes, que llevaban al individuo al sueño, lo que se llama hoy: sueño magnético.
Y es en la EDAD MEDIA, donde el origen de la palabra MAGNETISMO, aparece pues en una pequeña localidad de Asia Menor, denominada MAGNESIA, pues allí se encontraba una piedra imantada, que por aquella época, estaba en voga la curación con dicha piedra, pero también con imposición de manos, y del soplo. Los grandes nombres de esta época fueron AVICENNE y AGRIPPA, junto con PARACELSE.
A principio del siglo XIX , aparece un gran personaje, el doctor Franz Anton MESMER, médico alemán, gracias a él, EL MAGNETISMO, fue conocido por el gran público, pues inventa el “Magnetismo animal”, que más tarde fue reemplazado por “Magnetismo humano”, él establece la existencia de un fluido sutil, que penetra todos los cuerpos y llena el universo, basándose en el principio de la atracción newtoniana a los cuerpos animados, y afirmando que se produce sobre el sistema nervioso de los seres vivos, por intermedio de este fluido, que denomina FLUIDO UNIVERSAL. El se sirve de las propiedades de los imanes, técnicas que fueron muy controvertidas, por los resultados tan sorprendentes, desde la curación, a crisis compulsivas; sin embargo tuvo un éxito inmenso. Luego, le han sucedido: el marqués de PUYSEGUR, el barón DU POTET DE SENNEVOY, DELEUZE, y LA FONTAINE. Más tarde, en el siglo XX, aparece HECTOR DURVILLE, quien se aplica a buscar científicamente, las leyes que rigen el MAGNETISMO, él explica cómo se manifiesta el agente magnético y saca a relucir la noción de la POLARIDAD; luego más tarde, demuestra la influencia física del ser humano, de dónde los fenómenos de transmisión del pensamiento a distancia y de sugestión mental. El crea una escuela de Magnetismo, donde se forman, entre otros: HENRI Y GASTON DURVILLE, PAUL CLEMENT JAGOT.
No sin olvidar los REYES DE FRANCIA, que tenían el poder de curar las cicatrices que quedaban, después de una inflamación y supuración de los ganglios linfáticos, de orígen tuberculoso. Los REYES DE HUNGRIA, curaban la fiebre amarilla. Los REYES DE ESPAÑA, la posesión y los REYES DE INGLATERRA, la epilepsia.
Y al día de hoy, tenemos un nuevo concepto llamado ONDOBIOLOGIA, ciencia de ondas humanas, creación de un magnífico cirujano inmaterial, francés, JEAN MARIE BATAILLE, quien hace la diferencia entre BIOMAGNETISMO HUMANO (sensibilidad y reacción de los seres vivos a las ondas BIO-ELECTROMAGNETICAS HUMANAS) y el BIOMAGNETISMO ARTIFICIAL.
Hay que anotar, que el más grande Magnetizador de la historia de la humanidad, fue JESUCRISTO, quién realizó innumerables milagros, en el transcurso de su vida; es interesante citar un pasaje de la biblia, el día de la Ascención, cuando Jesucristo dice a sus discípulos: “Aquél que creerá, será salvado, pero aquél que no crea, será condenado… He aquí los prodigios de aquellos que creerán: ellos espantarán los demonios en mi nombre, hablarán nuevas lenguas, maniatarán las serpientes y si bebieran un veneno mortal, no tendrán ningún mal; ellos impondrán las manos sobre los enfermos y las enfermedades serán curadas”; con esta fórmula, Jesucristo define sus poderes y afirma a quienes tienen fe, que ellos podrán beneficiar de los mismos poderes, entre otros, sanar con el magnetismo, a través la imposición de las manos. Después le siguieron los Apóstoles y Discípulos, los sacerdotes sanadores y los santos milagrosos, quienes curaban con la imposición de manos, en recuerdo de Cristo, según los preceptos del Evangelio ( San Marcos, 16-18 : “Ellos impondrán las manos sobre los enfermos y éstos serán curados”).
Y algo extremadamente importante de saber, que con las energías no existen efectos secundarios, y si no se consigue remediar algo físicamente, seguramente a nivel emocional, mental o espiritual algo cambiará y siempre será positivamente. Más importante aún, es saber que para las energías no existen distancias, con lo cual es la única terapia que se puede realizar a distancia.
Y algo extremadamente importante de saber, que con las energías no existen efectos secundarios, y si no se consigue remediar algo físicamente, seguramente a nivel emocional, mental o espiritual algo cambiará y siempre será positivamente. Más importante aún, es saber que para las energías no existen distancias, con lo cual es la única terapia que se puede realizar a distancia.
***
(Extraído y traducido del francés, de los libros "ABC du magnétisme" de Jacques Mandorla y "Cours Complet de Magnétisme" de Jocelyne Fangain)
